En Castilla La Mancha la cocina se sigue elaborando en la actualidad de la misma manera que ya aparece en el Quijote. Esto les honra, pues han sabido respetar sus costumbres. Hablamos de una cocina que ha pasado de madres a hijas. Se trata de una cocina austera y sencilla, de origen humilde y pastoril, conformada por gran variedad de platos fuertes que antiguamente aportaba a labradores y pastores la suficiente energía para realizar sus faenas diarias.
Este viaje por tierras manchegas, entre molinos de viento y extensas llanuras, nos da la oportunidad de degustar productos, avalados por sus certificados de calidad y por su gran diversidad. Tierra agrícola donde los viñedos, frutales y olivares ocupan un importante lugar, donde los rebaños de ovejas pastan y decoran el paisaje. Con más de 20 Denominaciones de Origen, los productos típicos de Castilla La Mancha son de altísima calidad, teniendo la caza y el queso con Denominación de Origen Queso Manchego un gran protagonismo.
En el terreno de los vinos, Castilla La Mancha es el viñedo del mundo, con una enorme extensión de viñas que caracterizan el paisaje de la región. El buen hacer de los viticultores y de las bodegas y cooperativas han logrado el milagro de poder ofrecer desde el blanco al tinto, pasando por los rosados y los vinos envejecidos en barricas o los espumosos. Existen numeras producciones amparadas con varias denominaciones de origen, como la D.O. La Mancha.
